Como ya conté en un artículo anterior ZTE ha sido finalmente sancionada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos.

El Tribunal Federal en Texas declaró culpable a ZTE por incumplir las prohibiciones sobre la venta de tecnología de origen norte americano a países bajo sanciones mercantiles.

ZTE habría estado vendiendo ilegalmente tecnología de los Estados Unidos a Irán.

El fabricante chino aceptaba pagar más de 1200 millones de dólares en multas y un compromiso de despedir a los cuatro altos cargos responsables y sancionar a otros 35 empleados por haber participado en la venta de dispositivos a Irán.

El Departamento de Comercio estadounidense ejecuta la sentencia al demostrar que ZTE no ha tomado las medidas disciplinarias acordadas en su totalidad y por consiguiente se le prohíbe las exportaciones de compañías estadounidenses hacia la firma china ZTE, que no podrá utilizar ningún componente estadounidense en sus dispositivos en los próximos 7 años.

Esto se convierte en uno de los golpes más terribles que ha podido recibir la marca en toda su historia.

ZTE CORPORATION ha emitido una nota de prensa donde comunica a sus distribuidores que “las principales actividades operativas de la compañía han sido detenidas”.

Así mismo el gobierno americano prohíbe a Qualcomm (y a cualquier empresa estadounidense) vender tecnología a ZTE.

Esto lleva a la empresa china a no poder seguir fabricando móviles por entender que no poder usar estos chips podría ser un problema con relativa solución, pero la extensión de la sanción podría dejar a todos sus dispositivos sin un sistema operativo.

Gran parte de Android es de código libre, pero toda la parte relacionada con Google sería prohibida, y estos momentos, ZTE no podría sustituir esa parte de sus smartphones.

Esto es una batalla más en el descarado «boicot» de la Administración de Donald Trump por su desconfianza hacia la tecnología china.

Queda claro que desde que Trump está al mando de la Casa Blanca se ha empeñado en proteger la “propiedad intelectual” de las empresas americanas e intenta no depender en absoluto de tratos comerciales con China.

Todo esto lo esta disfrazando de una paranoia conspiracionista, donde la CIA, el FBI y la NSA, acusan a las grandes empresas tecnológicas asiáticas de espionaje y han desaconsejado el uso de los smartphones de las marcas chinas ZTE y Huawei por serias dudas de que estos terminales puedan servir de herramienta al espionaje chino.

Según los servicios de inteligencia americanos las tecnológicas chinas tendrían «la capacidad de modificar o robar información maliciosamente y tiene la capacidad de realizar espionaje no detectado»

ZTE no se va a rendir y está “en permanente comunicación con los departamentos gubernamentales pertinentes de los Estados Unidos para facilitar la modificación o reversión de esta desproporcionada sanción”.